jueves, 5 de marzo de 2009

"Una pieza para la cual no hay lugar ni posicion en el mundo"

"Comenzando la fastidiosa y rutinaria vida de levantarse temprano!!! una maldicion encabezada por morfeo que atenta contra mi estado metal y onirico posicionando mi vida nocturna a las irreconocibles rayos del alba del intrascendental sol, maldito horario!! interpuesto para acomplejar mi vida, frias mañanas me esperan y cegueradores rayos por mientras cubren mis ojos, aun espero las amenazantes nubes grises que proviene del este para cubrir su legado y trono , apagate!! para ver lo ciego que somos y descubrirnos a nosotros mismos!! aun para mas mal las tardes estan vacias y solitarias, sin ninguna actividad por realizar mas que leer a despensas de mi vista e ingenio par buscar libros interesantes, en los añejos estantes!! al menos proviene la alegria venidera de cautivar la vista con imagenes prodigiosas de la sala del cine..... aun mas los fetidos hedores de la agresiva bienvenida a neonatos de la universidad se dispersar por esta semana, encontrado un silencio inexplicable que rodea, el abrumador calor de esta semana, trazando y divulgando reflexiones me digo asi mismo deja de buscar!!! y acepta el camino del celibato y la abstinencia, deja de buscar esa anhelada felicdad que comparte dos seres ese es mi "mantra" (palabra inventada por el profesor pacheco para designar un termino hindu de relajacion supuestamente) parece que las unicas instancias de felicidad son el saber y el conocimiento "

Disfrutando el zen del alma por ahora.



Franz Kafka - "El proceso"

" Era un largo pasillo al que se abrían algunas puertas toscamente construidas que daban paso a las oficinas instaladas en el piso. Aunque en el pasillo no había ventanas por donde entrara directamente la luz, no estaba completamente a oscuras, porque algunas oficinas, en lugar de presentar un tabique que las separara del corredor, tenían enrejados de madera que llegaban hasta el techo, a través de los cuales se filtraba un poco de luz, y podía verse a unos cuantos funcionarios, que escribían sentados a una mesa o que, de pie junto al enrejado, miraban por sus intersticios a la gente que pasaba por el corredor. En el pasillo no se veía a muchas personas a causa, seguramente, de que era domingo. Todas tenían un aspecto muy decente y estaban sentadas a intervalos a lo largo de una fila de bancos de madera dispuestos a ambos lados del corredor. Había dejadez en el vestir de aquellos hombres, aunque a juzgar por su fisonomía, sus maneras, su corte de barba y otros pequeños detalles imponderables, pertenecían obviamente a las clases mas altas de la sociedad. Como en el corredor no existían perchas, habían dejado sus sombreros sobre los bancos, siguiendo posiblemente cada uno de ellos el ejemplo de los otros. Cuando los que estaban sentados cerca de la puerta vieron venir a K. y al ujier, se pusieron de pié cortésmente, visto lo cual sus vecinos se creyeron obligados a imitarles, de modo que todos se levantaban a medida que pasaban los dos hombres. Pero ninguno de ellos se ponía derecho del todo, pues quedaban con las espaldas inclinadas y las rodillas dobladas dando la sensación de ser mendigos callejeros. "

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